Cuando es el momento... va y resulta que no

Te pasas parte de tus inicios sexuales preocupada por la compra de preservartivos, antinconceptivas, cuentas de la abuela, etc. y cuando decides por fin que llega el momento de ser mamá, no llega.

Tras intentos por aquí, pruebas por allá, a modo de gymkana, me planto con 37 años tras 4 años en los que ya tenía la decisión tomada y sin haber conseguido aún mi sueño de ser mamá.

El susto vino cuando la doctora Eva Chispas tras realizarme un análisis me dijo..."Elefunkilla...tienes una baja reserva ovárica" La imagen que vino en mi mente era una especie de almacén de óvulos en los que ya no queda más que 4 huevos y mal hechos. Ella me sugirió que si quería ser mamá que me diera prisa, y razoón no le faltaba, porque la cosa con el tiempo evidentemente no ha mejorado.
Ese día no sabía que iba a empezar a introducirme en un mundo donde es fácil que pierdas la razón, tu ser y toda su esencia.
Desde ese momento iba a conocer a parte de la famosa antimulleriana, términos como FSH alta, resrva ovárica baja, inseminación artificial, para pasar de inmediato a FIV, y la nueva etiqueta con la que se me recibió tras dos punciones sin éxito: baja respondedora.
Es ese el momento en el que caes de rodillas mirando al cielo y preguntas " ¿ Qué he hecho yo para merecer esto?" Pues no has hecho nada, querida...me da por contestarte si aún lo estás preguntando tú que me lees. Te ha tocado a tí. En la tómbola del mundo yo he tenido esa suerte. 
Tras ese derrumbamiento moral, levantas la cabeza y dices, ¿Para donde voy ahora? 
Los especialistas te hablan de algo que tampoco conocías y que se llama ovodonación. Leñes, me digo...no sabía ni que existía. También aparece el término adopción de embriones, que es una opción más económica y que si se tiene que optar a un doble donante como es el caso que me concierne, pues tampoco es tan mala idea....
En fin...todo este repaso a mi vida de anticoncepción y concepción es para decir que voy en busca de mi sueño, de mi tesoro y que a pesar de todos los problemas, sé que un día habrá merecido la pena.